DE TODO UN POCO

ATRAPADOS EN LA RED

Posted on Actualizado enn

Hace pocos días asistíamos a un fallo en importantes plataformas de internet relacionadas con mensajería y redes sociales. Este apagón cibernético se prolongó durante varias horas. Entonces nos dimos cuenta  que somos dependientes de la red y sus plataformas de comunicación, sin las cuales parece que nos falta algo e incluso me atrevería a decir que los más jóvenes que han nacido y crecido con este tipo de tecnologías se vieron seriamente perjudicados por este fallo en el sistema.

Es cierto que debemos estar con el progreso y que todo este tipo de avances tecnologícos nos sirven de gran ayuda, máxime a mí que escribo un blog, asociado a varias redes sociales. Pero aun así, lo sucedido con este apagón nos debería servir como reflexión y apelar a una comunicación más humanizada,  más fluida, mostrándonos como somos y como nos sentimos  sin ridículos iconos que indiquen nuestro estado de ánimo, sin abreviaturas que coartan las palabras, sin felicitaciones de cumpleaños de gente desconocida, sin el protagonismo que le concedemos al móvil en nuestras reuniones sociales.

Hoy las redes se han convertido en algo imprescindible para nuestra vida cotidiana ¿podríamos vivir sin el dichoso WhatsApp? La respuesta es que nos costaría mucho trabajo, pero hemos estado mucho tiempo sin él y hemos sobrevivido. Cuando solo existían teléfonos fijos y no había una comunicación constante, solo la necesaria, cuando para expresar algo lo hacías a través de las cartas, sin abreviaturas, sin iconos ni estados.

En las redes sociales hay mucha falsedad e incluso me atrevería a decir mucha infelicidad con gente que nos muestra su vida minuto a minuto, los sitios que visita, haciendo ver a los demás un estado de felicidad que quizás no lo es tanto, captando en todo momento fotografías con el único fin  de subirlas a sus redes  para que todos sepamos que ha estado aquí o allá, mostrándolas a amigos que apenas conoce.

Incluso Cupido se cuela entre la maraña tecnológica que cada día une a más parejas hasta entonces desconocidas, lo cual es algo bueno que tienen las redes, en un mundo cada vez más asocial, en el que es difícil encontrar pareja e internet nos da  esa oportunidad. Aunque yo sigo creyendo en las relaciones personales cara a cara, en los sentimientos reales de las amistades verdaderas, en el tacto de una  caricia suave, en el perfume de la persona amada, en el abrazo franco  y las pocas pero sinceras felicitaciones que recibía al cumplir años y en la libertad de no estar atado y localizado en todo momento.

Nada mejor que acompañar esta entrada con música. Esta vez de la mano de un paisano, Nacho Campillo con su antigua banda Tam Tam Go “atrapados en la red”

EL MAR

Posted on

Allí estaba en el infinito mar, en silencio, tan solo interrumpido por el sonido de las olas que mecían suavemente  la embarcación. No había nada alrededor, solo la inmensidad del mar, el vacio horizonte misterioso, se divisaba como una línea curva en la lejanía. ¿Qué habría más allá de aquella delgada línea que separaba los destinos?

El reflejo del sol vestía de distintos colores el agua, las olas formaban destellos de plata que refulgían caprichosamente, la suave brisa  despertaba mis sentidos con su olor a salitre, recuerdos de arena y sol.

El mar me acunaba suavemente en su incesante bamboleo, como arrullo maternal, infundiéndome  paz y sosiego. Sentía una agradable sensación de libertad, estaba solo ante el inmenso mar azul, sin ataduras, dueño de mi propio destino. Yo llevaba el timón, marcaba mi propia ruta, impulsado por el viento y guiado por mis sueños.

Mientras navegaba pensaba en los secretos que el mar esconde bajo sus aguas, testigo de batallas, aventuras, naufragios y heredero de ingentes tesoros,  perdidos  bajo sus profundidades. El mar que hoy muestra su cara más amable, puede convertirse en un fiero enemigo vestido de gris, con broncos rugidos, azote de tempestades al que hay que respetar.

El horizonte seguía desnudo, tan solo se adivinaba una ligera bruma suspendida sobre él.  El cielo azul se confundía con el mar, el sonido de las olas y el silencio armonizaban perfectamente este momento mágico en el que me sentía insignificante, como una gota, en la inmensidad del mar. No somos imprescindibles, ni tan importantes como nos creemos, tan solo una  pequeña parte dentro del complejo engranaje que es este mundo. Estamos de paso,  pero debemos contribuir para el sostenimiento y conservación de este extraordinario legado que nos encontramos y debemos dejar en las mejores condiciones a nuestros herederos.  

Al despertar me sentí como un náufrago  de mis sueños, aquella inmensidad azul se había convertido en un cielo gris de un otoño lúgubre, la libertad que sentía se convirtió en un encierro preventivo, la brisa que me acompañaba se tornó en un viento gélido, las olas que acunaban mis sueños se transformaron  en angustias y desvelos. El viento que guiaba mi destino ahora soplaba con fuerza en contra impidiéndome avanzar. Quiero volver a sentir la libertad en la inmensidad del mar.

Estoy sentado en el muelle de la bahía,

Mirando cómo la marea se aleja.

Simplemente estoy sentado en el muelle de la bahía,

Perdiendo el tiempo.

Ottis Redding

La Mer Charles Trenett

Vamonos al mar DePedro

TARDE DE OTOÑO

Posted on Actualizado enn

Desde mi atalaya observo en silencio el color ocre de este atardecer otoñal. La temperatura es suave, aunque el cálido abrigo del sol va dejando una brisa más fresca, a medida que este se aleja indicando el final del día.

La naturaleza nos regala en estos días hermosos paisajes con esta luz dorada, color miel, bajo el manto azul adornado con extraños dibujos; figuras y formas  guiadas por el viento, nubes blancas como algodón u oscuras e inquietantes presagio de lluvias.

Instantes en los que todo se ralentiza, en estos momentos del ocaso, como si el día se resistiera a terminar, con una luz cada vez más agónica pero a la vez hermosa. Quiero alargar este fugaz instante, le incorporo música al paisaje, con una canción que he descubierto hace poco, con la maravillosa voz de Silvia Pérez Cruz a ritmo lento de ranchera “Mañana” compuesta por ella sobre un poema de Ana María Moix.

La voz de Silvia Pérez resalta aún más todos los matices y colores de este paisaje otoñal con esa voz nostálgica arropada por la segunda voz del violín y el acompañamiento de la guitarra marcando el compás, la belleza de la sencillez, la delicada voz, el lamento  y la melancolía que nos trae este extraño otoño. Instantes para recordar, instantes para olvidar.

SILVIA PÉREZ CRUZ. MAÑANA

VUELVE LA LUZ

Posted on Actualizado enn

ESOE

Te fuiste, y me hiciste desierto, te busqué en la noche con la luz de tus recuerdos, pregunté  al viejo roble del camino, a la sutil brisa del alba. Grité a las montañas, respondió el eco de tu nombre “Esperanza”

CAMINANDO HACIA EL AMANECER

Posted on Actualizado enn

me-walking-again-sunset-1578250

 

Está amaneciendo a lo lejos se adivina el resplandor de ese sol otoñal cada día más perezoso. La suave brisa de la mañana es fría, camino contemplando la naturaleza apagada, aún dormida, entre una luz mortecina que se va encendiendo poco a poco. Todo es tranquilidad y quietud a estas primeras horas del alba, un espectáculo que amenizo como siempre con la música de mi ipod.

Morning has broken. Cat Stevens

 

La soledad es mi única compañera, me quito por un momento mis auriculares para escuchar el silencio; aguda torre, espada que sube, crece y nos suspende y mientras sube caen recuerdos y esperanzas. Ese silencio agradable, necesario, aquí en medio de la naturaleza donde resbalan valles y ecos. Sigo caminando, el amanecer va apartando las sombras iluminando tímidamente mi camino, aromas entremezclados despiertan mis sentidos y me evocan sentimientos y recuerdos, aromas a amaneceres, perfumes frescos a cantueso y hierba mojada.

Morning Sun. Melody Gardot

 

Ahora si, el sol despunta entre las lejanas montañas originando ese resplandor mágico en el que la luz discurre creando colores nítidos y cálidos. Un nuevo día comienza en este estrenado otoño que aun deja entrever los colores dorados del verano. Sigo caminando, la brisa se vuelve más cálida con los rayos del sol, miro hacia las lejanas montañas azuladas, recortadas sobre el horizonte, cubiertas por una ligera bruma. Camino ligero por el sendero de tierra en el que se van plasmando mis huellas, mientras admiro con calma todo lo que hay a mi alrededor, el suelo se viste bajo los olorosos tomillos de un sinfín de flores violetas pegadas a la tierra, que anuncian la llegada del otoño, estas, me recuerdan a mi infancia, al final del verano, las llamábamos quitameriendas en estos días abundan dando un tono de color al todavía agostado paisaje.

Morning Breeze. Juke Ross

 

Atravieso un pequeño puente sobre un arroyo casi seco debido a los rigores del verano, pronto volverá a correr y murmurar con las esperadas lluvias del otoño que vestirán estos campos con nuevos colores ocres, árboles desnudos silenciando el monótono canto de las cigarras con un sol que ya no arderá. Camino hacía el otoño en estos bellos campos aún vestidos con el paisaje de verano. El sol, el viento, el paisaje y todo lo que perciben mis sentidos, en este bonito paseo matutino, que me aleja del ruido y acompaña mi soledad me sirve de alimento para mi espíritu y reconforta mi alma. Emprendo el regreso en una mañana, ya luminosa, convencido de volver a repetir esta magnífica experiencia de sentir el amanecer en la naturaleza.

 

Autumn Leaves. Eric Clapton

A ESA HORA DEL CREPÚSCULO

Posted on Actualizado enn

CREPUSCULO 2

Son apenas las 7 de la mañana el sol irrumpe con fuerza entre las rendijas de la persiana reflejando caprichosas figuras en el suelo. Los días de esta agónica primavera invitan a salir aprovechando las horas de luz, el clima cálido, las terrazas, los apacibles paseos a la caida de la tarde, la proximidad de las ansiadas vacaciones buscando nuevos paisajes para el descanso. Son días largos y luminosos que invitan a vivir, aunque tambien esos maravillosos atardeceres y esas noches apacibles tienen un encanto especial.

En estas noches de verano, en las que como decía el poeta; Todo respira, vive, fluye; La luz en su temblor, el ojo en el espacio, el corazón en su latido, la noche en su infinito. Me gusta asomarme a ese breve espacio de tiempo que hay entre la luz y la oscuridad, entre el día y la noche, entre el comienzo y el fin “El Crepúsculo” Ese instante en el que comienzan a tejerse los sueños, preludio del descanso, instante efímero de solemne calma en el que nos sentimos protegidos por esa paz y esa quietud, en la que incluso el viento deja de soplar, respetando así ese momento solemne que nos ofrece cada día las últimas horas de la tarde y que la mayoria de las veces dejamos pasar.

Después de ese breve crepusculo vespertino “Fiesta del poniente en los cerros lejanos” como lo describía Neruda en uno de sus poemas. La oscuridad comienza ha ganar terreno con sus negras sombras alejando la tarde, sumando un día más y restando tiempo a nuestra existencia.

Entre el comienzo del crepúsculo y la llegada de la noche me gusta contemplar los paisajes tan especiales que nos ofrecen esos instantes y acompañarlos con una suave música que acompañe estos mágicos momentos y que no altere ese misterio, ese hechizo que nos regalan los atardeceres y la quietud de estas noches preludio del verano.

Para poner banda sonora a estos momentos de calma y reflexión me gusta escuchar música instrumental, tengo una lista para la ocasión con músicos como Pat Metheny, un extraordinario guitarrista de jazz estadounidense con 20 premios grammy a sus espaldas. Con su música podemos encontrar la serenidad y la calma en momentos especiales como en los que describo hoy, su guitarra nos envuelve con su elegancia, precisamente os dejo un tema relacionado con la noche The Moon Is A Harsh Mistress.

Como vereis esta música no desentona cuando se trata de buscar momentos íntimos o incluso para disfrutar de una conversación en buena compañía con un buen fondo musical que encaja perfectamente con esos momentos mágicos a la luz de las estrellas.

Pat Metheny nació en agosto de 1954 en el estado de Misuri, su debut discográfico sería en 1974 junto al gran bajista, Jaco Pastorius. Metheny ha compartido escenario con grandes artistas como; Herbie Hanckoc, John Soctfield, Carlos Santana, Jim Hall , David Bowie o el propio Enrique Moriente. Tiene una extensa discografia tanto en solitario como en diversos proyectos como Pat Metheny Group o Pat Metheny trio.

Otro gran músico que encaja perfectamente en este ambiente entre luces y sombras buscando la paz interior es Bill Frisell otro gran guitarrista y compositor nacido en Baltimore en 1951 músico de jazz con un estilo muy ecléctico en el que fusiona diferentes géneros como música electronica, country, jazz, folk o versiones muy particulares de grandes temas. Precisamente la carrera de Frisell y Metheny tienen un nexo de unión y es que Frisell saltaría a la fama al sustituir a Pat Metheny en una grabación, porque este se encontraba indispuesto. En esta ocasión os dejo con un bonito tema Surfer Girl, perteneciente a su album grabado en 2014 Guitar in the space age. Una música que nos lleva a un estado de ensoñación trasladándonos a exóticos paisajes.

Otro guitarrista una referencia para todos los guitarristas de jazz anteriormente mencionados, se trata de Jim Hall nacido en Bufalo en 1930 y desaparecido en 2013. Su suavidad y destreza en la interpretación nos hace volar hacia otra dimensión. Deep in a dream es un extraordinario tema que nos servirá para resaltar la belleza de estos atardeceres y noches cálidas soñando con nuestros sueños.

Por último quiero mencionar a un pianista francés Jaques Loussier, es conocido por dedicarse a fusionar música Jazz con música clásica, con unos arreglos bastante acertados. En esta ocasión escucho entre la penumbra esta deliciosa cantata de Bach a ritmo de swing tratando de iluminar con el color de estos sonidos la oscuridad de la noche.

FITO CABRALES, CORAZÓN Y HUESOS

Posted on Actualizado enn

fito

Adolfo Cabrales, más conocido como Fito, se ha convertido en un referente en el panorama musical en España. Este músico bilbaíno de pelo rapado, cuerpo menudo unido a su inseparable guitarra, ha ido evolucionando en su ámbito personal y musical. Supo reconducir su vida después de un tiempo enganchado a las drogas y eligió seguir con su pasión y a la vez profesión, la música.

Después de una juventud nada fácil, dejó su trabajo como camarero en un prostíbulo, o como dice el propio Fito, le gusta más la denominación, barra americana. Se unen una serie de amigos de su barrio para formar, a finales de los ochenta, un grupo de rock, con un estilo apartado del rock radical vasco, que tan en boga estaba en ese momento. Ellos se decantarían por un tipo de rock más clásico, tomando como referentes a bandas españolas como Leño u otras extranjeras como: Status Quo o AC/DC, entre otras. La banda en cuestión se llamaría Platero y Tú, alcanzando bastante notoriedad en este género, durante los 90, con canciones como: El roce de tu cuerpo, Hay poco Rock and Roll o Tras la barra.

A finales de los 90 Fito, crea de forma paralela a Platero y Tú, la banda Fito y los Fitipaldis, ambas coexistirán durante algún tiempo, pero finalmente Platero y Tú se disolverá y Fito se centrará en su nuevo grupo Fito y los Fitipaldis, con un estilo que dista mucho al de su anterior banda rockera. Este giro hacía un nuevo estilo musical más intimista y pausado, le costará no pocas críticas por parte de los puristas del rock. Quizás el secreto del éxito de Fito y los Fitipaldis, está en su madurez. Fito hace canciones que hablan de la vida, muchas con tintes autobiográficos narra su pasado con  las drogas, como en el tema, Corazón oxidado en la que nos habla de su adicción al speed. En esta nueva etapa Fito abre su alma a la música y cuenta las miserias, penas y alegrías de su vida y de nuestras vidas. En Fito y los fitipaldis, aún se atisban las raíces roqueras, en algunos temas, con influencias de la última etapa de su anterior agrupación Platero y tú.

En 2001 Fito trabajará en la grabación de un disco, junto al placentino Robe Iniesta, en el que ambos interpretarán temas del poeta Manolo Chinato, bajo el titulo Extrechinato y tu. En 2004 llegaría uno de los temas más conocidos y de mayor éxito del grupo-Soldadito marinero-incluido en el álbum, lo más lejos a tu lado. Una bonita balada que tiene como protagonistas la tristeza y el amor. A partir de aquí Fito y los Fitipaldis continúan con una vertiginosa carrera hacía el éxito, con canciones con grandes influencias del blues, otras más rockeras, con la guitarra como principal protagonista, así como el  profundo sentimiento que las imprime Fito Cabrales.

Canciones como; entre las vías, corazón oxidado, me equivocaría otra vez o pájaros disecados, entre otras muchas. Son canciones que nos hablan de la tristeza, del amor o de la propia existencia. Si nos fijamos Fito Cabrales menciona muy  a menudo en sus canciones al corazón y los huesos, quizás porque nos abre su corazón a la música, a sus propias vivencias en un pequeño cuerpo en el que seguirá cantando mientras le aguanten los huesos.

 

Siempre estoy soñando

 

PREMIOS 20 BLOGS

Posted on Actualizado enn

 

DXH69_8WAAAiRZb

Este año se celebra la XII edición de los conocidos, Premios 20 blogs, organizados por el periódico digital, 20 minutos. El Gramófono, se presenta una vez más como candidato en la categoria de, Cultura música y tendencias. Desde hoy día 26 de marzo y hasta el próximo 11 de abril se abre la fase de votación, en la que los lectores podéis votar a vuestro blog favorito en cada una de las categorías. El nuestro lo podéis encontrar en el siguiente enlace

https://lablogoteca.20minutos.es/el-gramofono-50173/0/

Para votar es necesario registrarse, rellenando un sencillo formulario

http://www.20minutos.es/usuarios/registro/

Si os gusta nuestro blog podéis votarnos, gracias y suerte a todos.

 

 

 

 

AYER SOÑÉ…

Posted on Actualizado enn

alambra

Ayer soñé en una mañana serena y hermosa, me encontraba en un grandioso patio palaciego rodeado de frutos, flores y emparrados. Aromas suaves entremezclados con mirto, romero geranios, claveles y hortensias. El cielo se vestía de un azul intenso alejando a los negros nubarrones y con ello al frío y la desilusión. Paseaba entre grandes cipreses, fuentes que dejaban caer chorros de agua cristalina. Todo me inspiraba sentimientos de armonía y felicidad, todo era delicado y hermoso. El silencio tan solo se veía interrumpido por el sonido del agua, el alegre canto del ruiseñor, el gorjeo de los mirlos y los chillidos de las inquietas golondrinas.

Las paredes de un gran edifico palaciego proyectaban sombras en el exuberante jardín, por el que habían transcurrido sin duda, el paso de los siglos, gentes, leyendas, princesas, reyes, de los que tan solo las paredes del mismo o aquellos esbeltos cipreses eran callados testigos. Caminando por el agradable paseo llegué hasta una terraza, sobre la que se asomaba una vista espectacular con fértiles valles, cerros rocosos y grandes planicies. Contemplé el bello paisaje que me ofrecía mientras un viento ligero fresco, puro y suave acariciaba mi rostro.

El sol iba ganando altura según avanzaba la mañana haciendo brillar el valle,  tocando con sus rayos el transparente follaje de los espesos bosques en la lejanía. Abandoné el hermoso balcón y continué paseando por los jardines  de este paraíso terrenal que retaba a mis sentidos, con colores aromas y sonidos que nunca había experimentado. En este apacible escenario en el que me encontraba no parecía existir el tiempo, ni en pasado ni en presente, tan sólo existía ese instante preciso. Me encontraba como prisionero en el tiempo, entre los jardines de un inmenso palacio, digno de reyes, ahora silenciado por el paso de los siglos, aguardando  mudo en un enclave estratégico en lo alto de una colina, erigiéndose cual monumento ante la callada ciudad.

Quise imaginar a los antiguos moradores de aquella residencia. Por un momento pude escuchar el sonido de las dagas, las espadas, el trote de los caballos, la dulce voz de la princesa, el ajetreo de tanta gente que podría estar al servicio de los dueños de semejante construcción. Dejé atrás las gestas y hazañas del pasado y me concentré en el momento, en admirar toda aquella belleza y la paz que me ofrecían los paisajes que tenía alrededor, una paz y una calma difícil de encontrar en nuestras ajetreadas vidas.

Aquellos jardines silenciosos, rodeados por edificios, cual refinados palacios de oriente, desaparecieron cuando desperté y volví a los paisajes conocidos de la ciudad, alejados de los suaves sonidos del ruiseñor y las fuentes, que eran sustituidos por el grave sonido de los motores de los coches y el silencio del tumulto cotidiano. Hoy persigo mi sueño y quiero buscar aquellos jardines  y la historia de un palacio que seguro existe en algún lugar del sur.

 

Y Quizás nada mejor para ilustrar el post que esta pieza; Recuerdos de la Alambra de Francisco Tárrega.

 

 

 

 Y hablando de sueños también me gustaría dejar esta canción del grupo Abba, I have a dream

 

IT’S A HEARTACHE

Posted on Actualizado enn

BONNIE_TYLER_ITS+A+HEARTACHE-79021

 

Esta tarde de verano transcurre plomiza, calurosa el aire casi se puede palpar. Las calles están solitarias, el sol estival hace que la gente se resguarde hasta la caída del sol, otros buscan aliviar los rigores del verano a la orilla de piscinas, ríos o los más afortunados en el mar.

Mientras coloco algunos papeles suena en la radio una vieja canción que me transporta al pasado, It´s a Heartache interpretada por Bonnie Tyler, este tema seria grabado por Tyler en 1977. Es una canción con una estructura muy sencilla, pero resulta agradable. Hacía mucho tiempo que no la escuchaba, por unos momentos me vienen a la cabeza recuerdos de niñez, tardes de merienda, juegos, largos veranos. Recuerdo la voz ronca y rasgada de Bonnie Tayler un estilo muy particular que alcanzó grandes cotas de popularidad a finales de los 70 y  principios de los 80.

 

 

La nostalgia me invade con esta música, no es que sea una gran canción pero para mí representa una época un periodo de mi vida, en la que no paraba de sonar en programas de radio y televisión. Po aquel entonces yo tendría poco más de 10 años, dulce etapa de la niñez que transcurre entre juegos, sueños, fantasías e ilusión. Estoy seguro que a muchos de vosotros os sucede algo parecido con canciones que van asociadas a una época concreta de vuestra vida, esa música que tiene sus propias imágenes.

Al terminar la canción, me pica la curiosidad y busco otras versiones de este tema y encuentro algunas interesantes como el de el joven cantante Irlandés Derek Ryan

 

 

Y encuentro otra que me parece extraordinaria, por el parecido con Bonnie Tayler, se trata del gran Rod Stewart con esa voz rota. Siempre asocie a estos dos cantantes, quizá por el parecido en el timbre de sus voces.

 

 

No podía faltar la versión de Juice Newton que alcanzaría un notable éxito

 

 

Abro la ventana el sol se acaba de poner, la tarde está en calma como suspendida las paredes y el asfalto irradian calor después de un día de sol intenso y abrasador, vuelvo a la realidad después de haber revivido por unos cortos pero intensos instantes recuerdos de niñez; aromas, sabores, colores, juegos… Las canciones nos pueden transportar a momentos y vivencias determinadas, esta es la grandeza de la música.