OPINIÓN
LA CORRIENTE

En una mañana soleada pero fría, comenzamos el nuevo año sumidos en un temporal de frio y nieve sin precedentes, inmersos en una crisis que parece no tener fin con cifras cada día más alarmantes de infectados y muertos a las que ya nos vamos habituando como si fuera algo normal
Esta pandemia va minando nuestra moral, con una situación económica muy complicada para muchas personas, que tienen que cerrar sus negocios debido a las medidas restrictivas que tratan de frenar el número de contagios.
Nuestros hábitos han cambiado debido al covid, y lo peor, es que me temo que estos cambios se quedarán para siempre en nuestras vidas, aun cuando pase esta pandemia. Este maldito virus nos hace vivir en un encierro prolongado, estableciendo unas distancias entre nuestros congéneres, borrando nuestra expresión con una mascarilla, desperdiciando las caricias y besos que no volveremos a dar, la incertidumbre y el miedo desbaratan nuestros proyectos e ilusiones. La oscuridad de este perpetuo invierno congela también nuestros corazones, a la espera de que los rayos del cálido sol primaveral rompan la dura escarcha y hagan brotar de nuevo la ilusión.
El sol ilumina ahora mi habitación, el día ha amanecido despejado aunque los rayos de luz no consiguen penetrar entre la espesa penumbra de este lento ocaso. Siento nostalgia de aquellos lejanos días en los que aún podíamos sentir la calidez de los abrazos, admirar la complicidad de una sonrisa, compartir largas tertulias junto a amigos, invadir tu espacio vital, estrechar con fuerza la mano de un amigo, compartir mesas en familia, planear viajes, recuperar ilusiones. Ojala que pase pronto este mal sueño.
El sonido de la corriente logra apaciguar mis miedos. La corriente es una canción de Valeria Castro, con una bonita voz y estilo singular, que guarda cierta similitud con Silvia Pérez Cruz cantante de la que hemos hablado también en alguna de nuestras entradas. Está emergiendo un estilo muy particular de grandes voces femeninas con una gran calidad vocal, sin artificios electrónicos con tintes de soul, copla y jazz.
La corriente Valeria Castro
La Corriente
Que tiene el río que viene a curarme
Baja desde la montaña hasta ninguna parte
Que estaba en vilo que me dejo marcharme
Sin preguntar sin saber sin matarme
La corriente corre más que lo presente y ahí va mi mente y ahí va mi mente y ahí va mi mente
Y ahí va mi mente
En un suspiro se siente que arde
Quema más el fuego de quien es cobarde
La voz de un niño que viene a buscarte
Sin más afán que el de ser uno más
La corriente corre más que lo presente y ahí va mi mente y ahí va mi mente y ahí va mi mente
Y ahí va mi mente
Y el Cuerpo corre y el mundo vuela
Y le convencen de que es una carrera
Quítame la pena
Quítame la pena (coro)
Ay quítame la pena
Ay quítame la pena
Ay quítame la pena
Ay ay ay
La corriente corre más que lo presente y ahí va mi mente y ahí va mi mente y ahí va mi mente
Y ahí va mi mente
AROUND THE BEND
Around the Bend es una canción de Pearl Jam, incluida en su cuarto álbum de estudio “No code”el cual marcaría un cambio importante en la línea musical que llevaba la banda hasta ese momento, con canciones más sosegadas e intimistas que en sus trabajos anteriores.
Uno de los temas de éxito de este álbum, publicado el 27 de agosto de 1996 sería Around the Bend. Una especie de canción de cuna cargada de ternura, en la extraordinaria voz de Eddie Vedder a ritmo lento con reminiscencias de bolero y rumba.
Around the Bend Pearl Jam
Hoy he encontrado una versión de esta canción en la voz del gran Joe Bonamassa, un maestro en estas cuestiones. Con sus gafas oscuras y su inseparable guitarra, hace un magnífico cover de esta canción con su voz profunda y suave y el sonido envolvente del violín junto con el acompañamiento de las cuerdas de su guitarra, crean una atmosfera sosegada y llena de sentimiento en esta gran canción.
Joe Bonamassa
Around the Bend es una de esas canciones que nos invitan a la calma, a la serenidad tan demandada en estos días inciertos. Una nana cargada de ternura, en la que nos sentimos protegidos como en nuestra tierna infancia, en la que nuestros padres con sus palabras o caricias, apaciguaban nuestros miedos y nos infundían calma y seguridad, arropados bajo el manto de su protección.
Una canción para huir del excesivo ruido diario, para la calma y la relajación, aunque el final, según mi criterio, es un tanto imperfecto, quizás demasiado abrupto, como una obra incompleta, inacabada. Creo que un poco inesperado, pero por lo demás Around the Bend es una de esos temas que indudablemente tiene que formar parte de nuestras canciones de cabecera.
HARTO DE SHOWS TELEVISIVOS PREFIERO MI MÚSICA.
Es de noche, estoy frente al televisor, recorro los cientos de canales en orden ascendente y descendente sin encontrar nada interesante. Los programas de siempre, reputados cocineros convertidos en estrellas televisivas o músicos y cantantes haciendo de jurado en busca de talentos musicales. Debido a la gran audiencia de estos espacios tratan de exprimirlos al máximo, creándose versiones celebrity, en los que los participantes son famosos, o pretenden serlo, o incluso en versión infantil, en el que los concursantes son niños. Estos profesionales que ejercen de jurado han cambiado su verdadero oficio por el de participar en este medio con audiencia y notoriedad asegurada, además de pingues beneficios económicos.
Observo con asombro un nuevo programa en el que un cantante se disfraza de una manera esperpéntica y los concursantes tienen que adivinar de quien se trata. Todos estos espacios son formatos internacionales que triunfan en todo el mundo, fruto de la globalización también en los medios pero que a mi cada día me aburren más.
Desde este blog siempre hemos reivindicado más programas musicales, en los que podían participar esos mismos músicos hoy convertidos en cazatalentos, mostrando sus auténticas virtudes y dejar atrás esa vis cómica y teatral que no nos interesa tanto.
Desde aquí reivindico a los productores televisivos o a quien corresponda un poco de imaginación en los formatos. Estamos un poco cansados de late night, talent shows, show cooking, reality show y demás shows.
Ante este panorama apago el televisor e intento buscar refugio en la música, aquí sí puedo elegir entre múltiples opciones; clásica, rock, pop, country, indie y un largo etcétera de estilos. Al igual que en la televisión el mundo de la música también se rige por las modas y las audiencias, existiendo mucha música comercial, que suele ser las más escuchada, pero si te apartas un poco de los éxitos más comerciales, puedes encontrar verdaderas joyas. Y es que hoy se sigue haciendo muy buena música, he de reconocer que yo era de los típicos que hacía referencia, por mi edad ya provecta, a aquel dicho generacional de “que ya no se hace buena música, para buena la de antes” pero creo que no es así, tanto antes como ahora se sigue haciendo buena música.
Debemos abrir nuestra mente y no quedarnos anclados en el pasado, sin olvidarnos de él por supuesto, porque este forma parte de nuestra vida y de nuestro patrimonio personal, pero no vivir exclusivamente anclado en él, sino mirando hacia delante. En este caso quiero combinar música actual del presente con canciones con aroma a nostalgia.
Comienzo con una joven cantante country, procedente de la “ciudad de la música” Nashville llamada Lillie Mae con una voz muy peculiar a la vez que original con sonidos que cautivan mis sentidos.
Lillie Mae Forever and Then Some
Continúo con música actual, no demasiado conocida, pero no por ello con gran valor, por lo menos para mí. Sigo con sonidos americanos, esta vez más intimistas con fuertes tintes folk. Nathaniel Rateliff es un músico de Denver, ha grabado varios discos tanto en solitario como con la banda Nathaniel Rateliff & the Night Sweats.
Nathaniel Rateliff And It’s Still Alright
La música a esta hora de la noche serena mi cuerpo y mente y quizás también mi vista,siempre fija en la pantalla del televisor mirando sin ver nada. Continúo con mi selección y ahora sí, recurro al pasado con el gran Keb Mo con una gran canción de su álbum homónimo grabado en 1994 con el tema City Boy.
Keb Mo City Boy
Ahora quiero escuchar algo de música española, encuentro una canción de un grupo que descubrí, no hace mucho tiempo. Club del Rio y el título de la canción viene muy bien en los tiempos que corren. Se llama abrázame, algo que añoramos mucho en estos días, que huimos del contacto, echamos de menos los abrazos y besos, el contacto, la caricia, la palmada en la espalda, en definitiva ese contacto estrecho tan arraigado en nuestra cultura y que espero que una vez que pase todo esto, que estoy convencido que será más pronto que tarde, volvamos a recuperar esa costumbre, tocarnos, sentirnos a volver a vivir.
Club del Rio Abrázame
La paz que sentía con la música se ve interrumpida cuando alguien conecta de nuevo el mando del televisor. Apago la música vuelven las imágenes de un trio de cocineros interpretando sus respectivos papeles, mientras un grupo de famosos y famosillos intentan cocinar entre llantos y risas como si de una obra de teatro se tratase. Mañana volveré a recuperar mis momentos musicales aunque sea por un rato.
LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR
La magia de la música me introdujo en otra dimensión, en un mundo muy diferente en el que imperaba la serenidad, atrás quedaban los ruidos estridentes acallados por el suave compás de la música. Una melodía que no había escuchado antes, pero aun así, venían a mi mente gratos recuerdos, vivencias con una extraordinaria nitidez, como sólo la música sabe rebuscar entre nuestro álbum de vivencias, a través de esos sonidos que acarician suavemente nuestra memoria o alimentan nuestros sueños e ilusiones.
Escuchaba atentamente aquella música con todos sus matices, su ritmo, su armonía centrándome únicamente en los sonidos magistralmente combinados dando como resultado una extraordinaria composición. Mientras tanto se iban sucediendo pensamientos en mi mente y reflexionaba sobre la importancia de escuchar música, lo haces en silencio, sin rebatir nada, sin hablar, poniendo todos tus sentidos en lo que suena. Quizás esto nos ayuda a saber escuchar a los demás, algo que muy poca gente hace, todos queremos contar y hablar sin importarnos demasiado lo que pueda narrarnos nuestro interlocutor, queremos ser el centro de atención y lo nuestro tiene que ser lo más importante.
Oír música es un excelente ejercicio, nos enseña a escuchar y sino haz la prueba, dedica un tiempo únicamente a escuchar una canción que te guste. Céntrate tan solo en lo que oyes, el ritmo, los diferentes instrumentos que suenan y como unidos hacen un todo y crean esa maravillosa melodía que suena. Ahora abre tu mente y deja que esa música se sumerja en aquellos sentimientos que guardas a tan buen recaudo, para que salgan y sigan el ritmo de la melodía, sirviendo de alimento para tu espíritu.
La música nos ayuda a abstraernos en momentos difíciles como los actuales, nos sirve como un paréntesis muy necesario en el devenir de nuestra atribulada vida.
Cada uno es libre de elegir entre la gran variedad de música existente, yo mientras escribía esta entrada escuchaba esta extraordinaria pieza del gran Michel Petrucciani llamada Bimini música que te traslada a otra dimensión.
ESTE EXTRAÑO JUNIO
El sol brilla con todo su esplendor desde horas tempranas en este anómalo mes de junio. La vida intenta iniciar la marcha nuevamente tras estos meses de parón. Pero debemos ser cautos y comenzar esta resurrección de manera paulatina y sosegada sin forzar demasiado, pensando en que podemos retroceder a los días negros de encierro.
Salgo a caminar con un elemento que se ha convertido en un accesorio imprescindible, la maldita mascarilla. La mañana conserva, como siempre, su aroma, color y frescura como cualquier otro junio. Los campos comienzan a dorarse, es época de siega, aromas a hierba recién cortada, paisajes de campos entre alpacas, sonido bullicioso del canto de pájaros. La naturaleza y sus moradores continúan su ciclo ajenos a pandemias y a crisis socioeconómicas.
Cuanto más me alejo del núcleo urbano más siento la compañía de la apacible soledad que me ofrece la naturaleza, esa sensación que buscamos de vez en cuando, que no queremos que se convierta en un estado continuo, sino en un refugio temporal y voluntario donde encontrar la serenidad en tiempos difíciles.
Desde esta perspectiva se ve un largo camino de tierra solitario, pero hermoso, bordeado por las flores amarillas de las genista que contrastan con el morado del cantueso. Viene a mi memoria una bonita canción llamada “Soledad” aunque en este caso hace referencia al nombre de una mujer, del cantante cordobés, Emilio José, que por cierto, era primo del desaparecido recientemente Julio Anguita. Esta canción fue la ganadora del festival de Benidorm en 1973
El sol comienza a calentar más, hoy será un día caluroso, preludio de este incierto verano que posiblemente no tendrá el color de los precedentes; viajes, chiringuitos, terrazas, playas… Cambiaremos, seguramente, la forma de pasar el verano, pero no renunciaremos a los días luminosos, las largas tardes, las noches estrelladas y todo los que nos ofrece esta época estival. “El verano y vivir es fácil” decía una de las estrofas de esta composición de Gershwin “Sumertime” Dejamos esta versión en la maravillosa voz de Norah Jones.
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Mientras camino reflexiono sobre la vulnerabilidad de la condición humana y como en poco tiempo los acontecimientos pueden sufrir un giro inesperado y dar con todos nuestros planes al traste. Miro a mí alrededor y contemplo la sencillez de la naturaleza, las plantas florecen, según los dictados de la climatología, los árboles dan sus frutos, los animales cumplen las etapas de su ciclo vital, con la única preocupación de su supervivencia, el arroyo está casi seco, pero en el otoño con las primeras lluvias volverá el agua a correr. Nosotros tratamos de alterar esta sencillez, aunque estamos aquí de paso, pretendemos cambiar el comportamiento del medio natural, tratando de acortar o alargar sus ciclos, intentando acelerar la productividad de los cultivos mediante procesos químicos. En definitiva menospreciando este medio sin ser conscientes que de su protección y cuidado depende nuestro futuro y que quizás lo que hoy estamos viviendo, puede tener relación directa con nuestra irresponsabilidad para la conservación del medio natural
PRIMAVERA APAGADA
Hoy busco en la música canciones que me ayuden a superar estos momentos de desesperación y de “cruda irrealidad” que nos ha tocado vivir, con la esperanza de despertar pronto de este mal sueño y volver a vivir la sensaciones cotidianas de nuestra vida anterior.
Comienzan los días de luz y calor, preludio del cercano verano. La naturaleza muestra sus mejores galas en estos días, ajena a todo lo que acontece en mundo de los humanos. El ruiseñor sigue entonando sus alegres trinos, el canto del cuco pone música a los campos, el autillo rompe el silencio de las noches cada vez más cálidas. El sol brilla con esplendor temprano en las mañanas invitándonos a vivir intensamente los largos días, que el miedo y el confinamiento no nos dejan disfrutar.
La música me ayuda a rememorar viejas sensaciones en esta primavera apagada, incierta, vacía, Aunque ahí fuera todo brilla como cualquier primavera, pero hoy somos prisioneros de nuestro incierto destino, desde nuestra jaula de oro podemos admirar la belleza que se sucede fuera, pero no podemos disfrutarla como antes lo hacíamos..
Comienzo reproduciendo una canción de Jimmy Lafave con su tono nostálgico y triste pero que se ha convertido en un músico imprescindible en mis listas. Escucho la bonita canción “The Beauty of you” incluida en su álbum The night tribe publicado en 2015
Jimmy Lafave The Beauty of you
Continuo buscando la serenidad perdida y lo hago con un apacible tema, en la voz de Ray Lamontagne me gusta su voz y más en esta suave canción; Well make it trought, un sencillo recién sacado del horno, publicado a principios de este mismo mes de mayo.
Ray Lamontagne Well make it trought
Prosigo con el ritmo lento y sosegado de la música. Ahora con una vieja canción cuya autoría corresponde a Daniel Lanois “Still water” Fue incluida en su álbum Acadie lanzado en 1989. Pero yo he querido traer la versión, de este gran tema, en la voz del gran Joe Bonamassa interpretado vivo en Nueva York en el Radio City Music Hall.
Joe Bonamassa Still Water
Y por último en un tono más alegre, traigo una versión que he descubierto hace poco tiempo y que me ha cautivado se trata de la canción Gentle on my mind en la extraordinaria voz de Dean Martin.
Dean Martin Gentle on my mind
Que la música os acompañe…
LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO
Esta maldita pandemia ha afectado seriamente los cimientos de nuestra estable y confortable sociedad. El coronavirus ha sesgado muchas vidas, dramas personales y familiares se esconden entre las frías cifras, pero además ha modificado nuestra forma de vida que ya nunca volverá a ser como antes.
Los españoles tenemos un carácter mediterráneo somos abiertos, afectivos, nos gusta la calle, los bares han sido siempre centro de reunión con amigos y familiares. Disfrutamos de la fiesta, nos gusta el contacto con nuestro prójimo. Todo este carácter afable y abierto cambiará debido a esta crisis sanitaria. Pero no porque nosotros hayamos modificado nuestro comportamiento, sino por las medidas preventivas necesarias para atajar la propagación de este virus.
¿Cómo serán los bares? ¿Nos servirá el camarero a través de una mampara con un orificio en la parte inferior a modo de la típica ventanilla de bancos y otros organismos públicos? ¿Tomaremos una cerveza con metro y medio de separación con nuestro contertulio? ¿Os imagináis las fiestas populares en época estival con calles y plazas abarrotadas guardando las distancias de seguridad?
El mundo de la música se tendrá que reinventar de alguna manera. ¿Qué será de los conciertos y los festivales multitudinarios? Quizás se haga como en el futbol que se juegue a puerta cerrada, los conciertos podrían emitirse online solo visibles para los que hayan pagado su correspondiente entrada Pero… ¿Será lo mismo?
¿Dónde quedarán esos encuentros con viejos amigos; apretones de manos, palmadas afectivas, abrazos? ¿Qué será de esos ansiados veranos que funden la escarcha de los largos y fríos inviernos? Noches calurosas, terrazas, viajes, playas, chiringuitos, vacaciones…
¿A donde irán los besos y caricias que no hemos dado? ¿Cómo saludaremos en nuestros próximos encuentros? Seguramente muchos de vosotros os haréis estas y otras preguntas más que son un enigma, pero lo que está claro es que nada volverá a ser como antes, y que todo ello afectará a nuestro carácter para siempre. No volveremos a ser los mismos. El virus nos ha arrebatado nuestra libertad y nuestro arraigo cultural que ha sido nuestro sello de identidad hasta ahora, quizás vayamos también hacía un carácter común y globalizado donde se pierde la propia identidad en pro de la seguridad y la salud.
Corren tiempos muy difíciles para la economía, herida gravemente por los efectos de esta alerta sanitaria en la que medio país está con expedientes de regulación de empleo y posiblemente muchos de ellos definitivamente en paro. Las pocas empresas que trabajan, lo hacen en una situación delicada debido a la paralización total de la vida en estos meses. El futuro no es muy prometedor en esta primavera cautiva. Se aproxima un verano atípico, en el que únicamente aspiramos a que se vayan ampliando las medidas de apertura y nos permitan disfrutar del aire libre, de las fragancias a tierra mojada, a flores perfumadas de la brisa fresca de esos amaneceres de junio, de las noches cálidas bajo las estrellas. De todas aquellas cosas que antes no dábamos ningún valor y que hoy suponen todo un lujo para nosotros.
En estos días de tristeza e incertidumbre sigo ampliando mis playlist con descubrimientos y por supuesto reescuchando mis músicas favoritas. Hace poco descubrí una bonita canción de Bob Dylan, pero fue a través de una versión de mi admirado Jimmy LaFave se trata de Red River Shore. Está canción la incluiría Dylan en su álbum Time out of mind publicado en septiembre de 1997
Otro descubrimiento que hice hace algún tiempo fue la voz de Kany García, una joven puertorriqueña con un bonito timbre de voz y con buen estilo. Vivir contigo es una canción incluida en su álbum “Contra el viento” publicado el año pasado. Un tema movido y de carácter optimista, que falta hace.
PARA REDESCUBIR
So far away es un tema de uno de los grandes álbumes de Dire Straits. Brothers in Arms recordamos esta gran canción, hoy de más actualidad que nunca:
Tan lejos
Tan lejos de mi…
Tan lejos que no puedo ver
Una canción de amor en tiempos de guerra sirve para serenar el alma. He elegido este tema de Marvin Gaye. Let’s get it on publicado en su disco homónimo en agosto de 1973. Una canción para reescuchar una y otra vez.
Jack Savoretti es un cantante ingles que lleva ya algunos años en los escenarios y que siempre me ha gustado. I’m yours es una canción perteneciente a su álbum Sleep no more publicado en 2016
¿Quiero saber alguna vez has visto la lluvia? No necesita presentación me gusta reescuchar esta canción escrita por le gran John Forgety e incluida en el álbum Pendulum de su banda Credeence a principios de los 70.
Aqui viene el sol
Las sonrisas están volviendo a los rostros
Parece que han pasado años desde que el sol estuvo aquí
Estas son algunas de las estrofas de esta extraordinaria canción escrita por Geroge Harrison y que yo siempre he asociado a la llegada de la primavera, al renacimiento de la naturaleza. Esperemos que sirva también para ver la luz después de estos días oscuros. Este tema estaría incluido en el álbum Abbey Road de The Beatles publicado en 1969. Os recomiendo reescuchar esta canción.
DESDE MI VENTANA
Un día más en este encierro, que ya va pesando, sigo contemplando desde mi ventana el amanecer, escucho el alegre trino de los pájaros, los colores primaverales de los campos cada vez más lejanos, todo el espectáculo que nos ofrece la naturaleza en estos días del que no podemos ser partícipes sino meros espectadores desde nuestro confinamiento.
Cansado de picos y curvas, ruedas de prensa diarias en las que se nos dice que todo va mejor, de tertulianos que parecen auténticos científicos merecedores del premio Nobel o de políticos que intentan sacar rédito de esta grave situación. Por el contrario cada día siento más admiración por esos titanes, trabajadores incansables de la sanidad, los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, los trabajadores de tiendas y supermercados, los sufridos transportistas y repartidores y de todos aquellos servicios esenciales que día a día luchan con su esfuerzo por cuidarnos, protegernos y abastecer nuestros hogares de todo lo necesario. También es justo mencionar a aquellos profesionales de radio y televisión que ayudan con su programación de entretenimiento a mantener nuestro cada vez mas inestable equilibrio mental, algo de suma importancia en estos duros momentos y por supuesto a las iniciativas de nuestros músicos, que desde sus hogares y a través de redes sociales, nos ofrecen canciones y recitales constantemente, algo que agradecemos enormemente.
Hace poco reaparecía a través de redes sociales Pau Donés que después de tomarse un tiempo vuelve con muchas ganas, con nuevas canciones e incluso anuncia nuevo disco para después del verano. Esperamos con impaciencia esos nuevos temas que irá dando a conocer. En estos días también podemos ver reunidos a grandes músicos, eso si cada uno desde propia casa, realizando colaboraciones conjuntas, versionando canciones como el caso de Resistiré o la mítica canción; Pongamos que hablo de Madrid de la cual varios artistas han sacado una versión en video hace pocos días. Y es que la música debe estar presente más que nunca en estos días para tratar de acallar el silencio inquietante, para llenar de luz esta sombría penumbra, para acortar las distancias que nos separan, para recordar la calidez de los abrazos, para reducir esta interminable espera que acabará con el reencuentro tan ansiado, para sentirnos libres por unos instantes, para no caer en la desesperanza.
Desde mi ventana donde contemplo los atardeceres, la que abro cada día para que el sol ilumine la sombría estancia, para que entre la brisa fresca de la mañana impregnada con leves aromas florales, desde la que aplaudo cada tarde, donde veo pasar la vida, donde sueño con vivir de nuevo, Abro de par en par todos los días esta ventana confiando que los vientos del sur arrastrarán hacía ella la esperanza, la luz y el final de esta pesadilla.
Dejamos tres temas musicales para escuchar en estos días.
To be continued…
Te vi, es un descubrimiento para mi es una canción de Hombres G de su álbum; Esta es tu vida, publicado en 1990. He encontrado esta curiosa versión con Albert Hammond.
Antonio Vega “El sitio de mi recreo” Sobran los comentarios una gran canción
Por ultimo un clásico que no podía faltar “Quien me ha robado el mes de abril” El título no podía ser más actual.
HIMNOS CONTRA LA ADVERSIDAD
En estos días de oscuridad y aislamiento en los que el tiempo pasa lento, los días terminan esperando que la siguiente jornada nos traiga mejores noticias, en los que nuestro único sistema de sociabilización con el exterior, es lo que ya se ha convertido en un hábito para casi todos, salir a nuestros balcones hacía la 8 de la tarde para reconocer la labor de todos aquellos sanitarios que tan duramente están trabajando en estos días. En esos momentos vemos la calle, a nuestros vecinos, algunos casi desconocidos, pero que en esos instantes cada tarde y aunque sea por un corto espacio de tiempo nos gusta ver sintiéndonos arropados por unos momentos e intercambiar con ellos algún saludo o gesto de afecto. Siempre ha sido un consuelo en momentos difíciles ver que otros están pasando por lo mismo que tu, por este encierro preventivo del que no sabemos cuando saldremos.
Nos aferramos como siempre sucede en la adversidad a nuestro único consuelo “La esperanza” esa palabra comodín para momentos difíciles pero que es tan necesaria en situaciones como la que vivimos. Como bien decía el escritor francés Rochefoucauld “La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor”
Debemos consolarnos de alguna manera, por muy dura que sea la situación y haciendo referencia nuevamente a las citas; Por muy larga que sea la tormenta, el sol volverá a brillar entre las nubes. Sigamos utilizando los medios necesarios para alimentar día a día esa esperanza, para no decaer y pensar que todo pasará pronto. Algo que me llama la atención es que estamos utilizando la música para este fin, hay canciones que se han convertido en un auténtico himno en esta crisis, una de ellas es Resistiré del Dúo Dinámico que oímos varias veces a lo largo del día.
Creo que es necesario tener, como en este caso, una canción que identifique la lucha, la fuerza, el optimismo y el coraje para no venirnos abajo, para como decíamos antes alimentar nuestra esperanza. De hecho en Italia país muy azotado por esta crisis se ha vuelto a oír cantar desde los balcones “Bella Ciao” una canción adoptada a mediados del siglo pasado como un himno de la resistencia antifascista en la segunda guerra mundial y que hoy vuelve a esta en boga para combatir a un enemigo común en otro tipo de guerra pero en definitiva una importante batalla.
En tiempos de crisis; guerras, catástrofes o desastres tendemos a aferrarnos a algo que nos sostenga y no nos deje caer al vacio ese algo puede ser una cosa tan simple como una canción que se convierta en una canción emblemática que nos ayude a luchar, a alzar nuestra voz contra una situación determinada siempre adversa. Tenemos muchos ejemplos a lo largo de la historia, en nuestro país durante la dictadura hubo muchos cantautores que convirtieron sus canciones en auténticos himnos de libertad en contra de la represión.
En este caso no luchamos contra un enemigo invisible, la ventaja es que no hay varios frentes sino uno solo contra el que luchamos todos en la misma dirección y estoy seguro venceremos, pero deberemos estar prevenidos para futuros ataques. Desde El Gramófono queremos dar a todos nuestros lectores mucho ánimo con esta canción de Diego Torres como dice en una de sus estrofas “la tristeza algún día se irá”
MÚSICOS SOLIDARIOS
Vivimos con angustia estos difíciles momentos confinados en nuestras casas, o al menos así debería ser, renunciando a muchas cosas a las cuales no solemos dar ningún valor porque damos por hecho que están ahí y nos son propias. Por eso quizás este encierro nos haga valorar más todas aquellas cosas cotidianas que dejamos pasar sin más. No solo me refiero a cosas o situaciones, sino también a personas queridas a las que pasará algún tiempo sin que podamos ver o mostrar un signo de afecto, como un abrazo, un apretón de manos o un simple beso.
Desde el cristal de mi ventana observo como la primavera va vistiendo los campos lejanos, añoro mis paseos por el campo, el aroma a cantueso, a hierba mojada, los colores de la flor de la jara o el manto blanquecino de magarzas que inundan los prados. Las noticias que nos llegan no son muy esperanzadoras, aunque todos confiamos que más pronto que tarde todo quedará en un mal sueño, en una mala experiencia que nos debe hacer reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad, sobre nuestro propio planteamiento vital, nuestras prioridades, así como a dar la importancia a las cosas en su justa medida.
En momentos complicados es cierto que el ser humano se vuelve más solidario y suele sacar los mejor de si mismo. En estos días vemos multitud de muestras de solidaridad, con los trabajadores sanitarios que con tanto esfuerzo están luchando o gente que se presta a ayudar a personas mayores para hacer sus compras, otros que desinteresadamente ponen a disposición de las autoridades los recursos de los que disponen en beneficio de la comunidad. La solidaridad en estos momentos es fundamental para contribuir, en la medida de las posibilidades de cada cual, a la protección de todos y a la lucha común por esta causa.
Los músicos también nos están dando muestras solidarias ofreciéndonos conciertos desde sus casas a través de las distintas redes sociales, algo que es muy de agradecer ya que contribuyen, de alguna manera, al equilibrio de nuestra salud psíquica, que sin duda con el paso del tiempo se irá viendo cada vez más afectada por la angustia y los días de encierro. De esta manera la otra noche escuchaba un concierto que ofrecía Alejandro Sanz junto con Juanes, Gonzalo Rubalcaba, Guillermo Vadalá y Julio Reyes desde su casa en un evento denominado “La Gira se queda en Casa” Un bonito detalle en el que nos ofrecieron de una manera distendida con un extenso repertorio de canciones propias y ajenas.
Durante el fin de semana también pude asistir virtualmente a otros conciertos desde casa, entre amigos como el de la banda Club del Río que incluso permitían a sus seguidores interactuar, hacer peticiones y hasta cantar con ellos. Esta iniciativa se ha repetido por parte de diferentes músico de manera individual o incluso de manera colectiva, como con la celebración de un festival que aglutinaba a diversos artistas, celebrado el pasado fin de semana bajo la denominación de #YoMeQuedoenCasa con la participación de artistas como; Rozalen, Jacob Mey o Dani Fernández entre otros muchos.
Y es que los músicos también se han visto azotados por esta crisis con la cancelación de conciertos y giras que ya tenían contratados. Aunque no tenían ninguna necesidad de hacer esto, lo hacen para seguir en contacto con su público de manera desinteresada, para aportar y contribuir con lo que saben hacer, música, para que resulten más llevaderos estos días duros.
Otra iniciativa que me ha llamado la atención es la de Los Secretos, que han grabado su conocida canción A tu lado, con una mezcla de varios videos en los que cada miembro del grupo toca individualmente su correspondiente instrumento, como si fueran diferentes pistas, uniendo las mismas haciendo sonar el tema en conjunto del grupo, aunque se haya grabado individualmente. Con esta grabación se quiere rendir un homenaje los trabajadores sanitarios y fuerzas y cuerpos de seguridad según palabras de Álvaro Urquijo.
Estas bonitas iniciativas por parte de los músicos contribuyen a sentirnos arropados por la música de nuestros artistas favoritos, para, de esta manera, alimentar nuestro espíritu e infundirnos fuerza y confianza a través del lenguaje universal que es la música.
Estoy seguro que mientras dure este encierro seguirán este tipo de conciertos virtuales, que harán con su música que soñemos con lo que ahora no podemos vivir. Esperemos que pronto se acabe este cautiverio y podamos disfrutar de todo los que nos ofrece este mundo.
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