el rancho de eduardo
APROXIMACIÓN AL BLUEGRASS: LOS SOLISTAS
Terminamos con este post, la serie de entradas que ha dedicado nuestro colaborador, Eduardo De Frutos, al bluegrass. Hoy con una extraordinaria selección de interpretes de este género.
Los Solistas
Seguimos en el territorio bluegrass, hoy con una selección de tres intérpretes que han marcado su estilo y su evolución.
Larry Sparks ha dedicado toda su vida a la música bluegrass. Comenzó a los veinte años con el grupo de Ralph Stanley y todavía, tras cinco décadas de profesión, sigue en activo. Escuchemos Last day at Gettysburgh, sobre esa batalla de la Guerra de Secesión.
Otro peso pesado del bluegrass es Mac Wiseman, apodado La Voz con Corazón. En 2014, y a sus casi 90 años, sacó un álbum inspirado en las canciones que su madre ponía en la radio cuando él era niño. Uno de sus múltiples singles fue Shackles and Chains (1979), junto con los Osborne Brothers, incluido en The Esssential Bluegrass Album. El narrador lamenta tener que abandonar a su amada para ser encarcelado con grilletes y cadenas.
Termino por hoy con Josh Graves, desde 1997 miembro del Salón de la Fama del Bluegrass. Fue él quien introdujo y popularizó el uso del dobro en el bluegrass. Os dejo con una interpretación en directo de 1972, en la que demuestra su maestría con ese instrumento.
Eduardo De Frutos
Autor del blog: River of country
EL RANCHO DE EDUARDO: EL BLUEGRASS
Vuelvo al rancho de Eduardo con la ilusión de un chiquillo en el día de reyes abriendo impaciente sus regalos. Nos vamos aproximando por la carretera en una mañana fría pero soleada. A lo lejos ya se vislumbra una gran casa blanca de madera rodeada de una enorme extensión vallada, me aproximo a la casa de Eduardo, donde sin duda, aprenderé más sobre música country, escucharé bandas y cantantes desconocidos, para mí, de su extensísima colección de vinilos y me sumergiré durante mi estancia en la auténtica música americana, el country.
En esta nueva serie de colaboraciones, Eduardo nos hablará del bluegrass, estilo inicial y mas puro de la música country.
APROXIMACIÓN AL BLUEGRASS: LOS CLÁSICOS
Los inmigrantes europeos que llegaron a Estados Unidos, provistos de sus propias tradiciones musicales, fueron la clave para forjar el estilo de música llamado bluegrass, cuyo atractivo exploraré a través de una selección de sus clásicos. Como podéis imaginar, hay infinidad de ellos, pero me fijaré solo en tres.
En primer lugar, el instrumental Foggy Mountain Breakdown, de los legendarios Earl Scruggs y Lester Flatt, un tema que asociamos casi instantáneamente a este estilo. Grabado en 1949, tiene multitud de versiones y, a buen seguro, los más cinéfilos la recordaréis porque aparecía en la banda sonora de Bonny y Clyde (1967). He aquí el original.
El tema siguiente, Fox on the Run, fue escrito por Tonny Hazzard en 1968. ALcanzó categoría de estándar del bluegrass cuando la grabó el grupo The Country Gentlemen en The Country Gentlemen Sound Off (1970).
Vamos ahora con una de las canciones más «inspiradas» de la historia, compuesta en apenas diez minutos, según sus autores. Rocky Top (1967), obra de Felice y Boudleux Bryant, homenajea el idílico paisaje de Tennessee y el sentimiento de libertad que contagian sus colinas. El día de Navidad de aquel año salió al mercado en la interpretacion de los Osborne Brothers.
Autor: Eduardo De Frutos
COUNTRY Y CINE
Nuestro amigo y colaborador Eduardo De Frutos dentro de su sección, El Rancho de Eduardo, vuelve de nuevo para hablarnos de sus dos grandes pasiones, la música y el cine, dentro de una serie de entregas, bajo el título Country y cine, en la cual nos hablará de películas cuya temática y contenido esta relacionada con este género musical. Una vez más Eduardo nos acercará a este interesante estilo musical.
COUNTRY Y CINE: NASHVILLE
A lo largo de las siguientes entregas, hablaremos de películas cuyo argumento está relacionado de alguna manera con la música country, y tendremos ocasión de escuchar extractos de su banda sonora. Voy a empezar, siguiendo un orden cronológico, con Nashville, una película de Robert Altman de 1975, que llegaría a nuestras pantallas al año siguiente.
Como sugiere su título, se desarrolla en la meca de la música country. Se trata de una película coral, sin un claro protagonista, en la que se narra la historia de varias personas a lo largo de cinco días, relacionadas todas ellas con el mundo de la música.
Le fue muy bien en la temporada de premios. Tuvo cinco nominaciones a los Oscar y ganó una estatuilla a la mejor canción, así como once candidaturas a los Globos de Oro, de los que ganó uno, también a la canción. Pero hinquémosle el diente ya a su banda sonora…
Escuchemos, en primer lugar, la primera canción de género country que se llevó el Oscar a la mejor canción original. I’m Easy es una balada escrita e interpretada por Keith Carradine en la que el narrador confiesa estar tan enamorado de su pareja que no se siente capaz de oponer resistencia a ninguno de sus deseos, pero, al tiempo, teme que su carácter acomodaticio le haga sufrir: «No me lleves a ningún sitio donde no haya nadie para recogerme; me duele recordar las veces que he llorado».
El tema con el que se abre y se cierra la película es It Don’t Worry Me, compuesta por Keith Carradine. El protagonista es un tipo optimista a quien no le preocupan los pequeños reveses de la vida, los impuestos ni la crisis económica («La economía está deprimida, yo no»). Por supuesto, tampoco le importa lo que puedan decir de él: «Puede que digas que no soy libre pero no me preocupa».
La contribución de Karen Black a esta banda sonora fue Memphis, en la que una mujer confía en que aparezca alguien que le salve de seguir desmoronándose cada vez más.
La actriz Ronee Blakey compuso My Idaho Home, donde evoca su niñez en Idaho.
Un año después del estreno, se celebraba el 200 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, lo que fue aprovechado por el equipo para incluir una canción patriótica sobre este tema. El actor y compositor Henry Gibson fue el encargado de cristalizar ese sentimiento en 200 Years, en la que se dice que «algo debemos haber hecho bien estos últimos 200 años».
Eduardo De Frutos
Autor del blog: River of Country
LAS 5 VERSIONES COUNTRY FAVORITAS DE EDUARDO.
De nuevo viajo por las interminables carreteras americanas, he decidido emprender mi viaje en un coche de alquiler, aunque sé que me llevará mucho tiempo disfrutaré de este recorrido con un coche genuinamente americano un precioso Ford Mustang de color rojo con el que viajaré cientos de millas que me llevarán a mi destino final, El Rancho de Eduardo. Allí me reencontraré nuevamente con él para hablar de su gran pasión, la música country, siempre es un placer escuchar y a la vez aprender de Eduardo con sus amplios conocimientos sobre este género.
El rugido del motor del mustang me indica que bajo el capó alberga un motor con más de 300 caballos y 3000 centímetros cúbicos, a mi alrededor un paisaje semidesértico en una mañana soleada por una carretera solitaria, de vez en cuando veo alguna construcción e incluso los típicos moteles de carretera con sus luces de neón que me resultan familiares por haber sido el escenario de múltiples películas de suspense e incluso terror. Buscando algo de música en la radio el dial se detiene en una canción de Willie Nelson, living in the promiseland un gran tema incluido en su álbum The Promiseland publicado en 1986.
Después de largas horas de viaje disfrutando en soledad de los diferentes paisajes que aparecen a mi alrededor llego a mi destino, una gran casa de madera de color blanco, allí me recibe Eduardo como siempre con los brazos abiertos, después de acomodarme y descansar un rato pasamos al salón donde compartimos unas cervezas y una amena charla musical, hoy quiero preguntare sobre un tema que a mí me apasiona, las versiones, quiero preguntarle sobre sus 5 versiones favoritas dentro del género country.
Cinco versiones que superan al original (o no)
Prueba inequívoca de la calidad de una canción es el interés que suscita en otros artistas de renombre para hacerla suya e incorporarla a su discografía. Empiezo esta serie de colaboraciones con una pequeña de selección de cinco temas que han sido merecedores de versiones posteriores que, en algunos casos –os animo a que opinéis–, son de factura incluso superior a la versión original.
1.Empiezo con una canción de temática alegre, Wagon Wheel. La versión que hizo Darius Rucker para su álbum True Believers en 2013 es, con mucho, la más popular: escaló hasta el primer puesto de las listas y su interpretación fue merecedora de múltiples elogios –Rucker llegó a ganar un Grammy por su revisión de este ya joven clásico.
Y ahora, la original…
Una feliz incursión en el country de Bob Dylan dio lugar a esta canción unos años antes. El propio Dylan la escribió en colaboración con uno de los miembros de Old Medicine Crow Show, Ketch Secor, y su single apareció en 2004. La letra habla de un autoestopista que se dirige desde Nueva Inglaterra hacia las evocadoras tierras de Carolina del Norte.
2.Un caso paradigmático de versión que mejora la interpretación original es el de Blue Eyes Cryin’ in the Rain. Willie Nelson le imprimió su sello más emotivo y la grabó para su álbum conceptual Redheaded Stranger (1975).
Y ahora, la original…
En realidad el tema es muy anterior; fue compuesto por Fred Rose y el primero en grabarla fue Roy Acuff en 1947. La letra toca el amor eterno tras una separación forzosa, probablemente por la muerte de ella. “Algún día cuando nos encontremos allá arriba, caminaremos de la mano en una tierra que no sabe de despedidas”.
3.En 1962 la elegancia de Patsy Cline versionó –y de qué manera– el clásico escrito por Hank Williams diez años antes, Your Cheatin’ Heart. La versión de Patsy se encuentra en su álbum Sentimentally Yours.
Y ahora, la original…
Os dejo ahora con la versión que escribió y grabó Hank Williams en 1952, para la que se inspiró en su tumultuosa relación con su primera mujer, Audrey Shepard, de la que se terminaría divorciando.
4.La siguiente versión fue grabada por Alison Krauss cuando solo contaba con 23 años de edad. Escuchemos When you say nothing at all en su grabación de 1994.
Y ahora, la original…
Paul Overstreet y Don Schlitz compusieron el tema para Keith Whitley, quien lo grabó en 1988 para su álbum Don’t Close Your Eyes. La letra glosa la importancia del amor sin palabras. “Es asombroso cómo hablas directo a mi corazón, sin decir una palabra iluminas la oscuridad. Aunque lo intente, no podría explicar lo que oigo cuando no dices nada”.
5.Termino con el gigante Johnny Cash, quien, en 2002, nos deleitó con una versión de Hurt cargada de verdad y honestidad. Su valor se acrecienta por la voz envejecida de Cash, que moriría el año siguiente.
Y ahora, la original…
La versión original es obra del grupo Nine Inch Nails, que la incluyó en su disco The Downward Spiral (1994). La oscura letra habla de lo efímero de la vida y la inevitabilidad del fin. “Me hago daño a mí mismo para ver si todavía puedo sentir. Me centro en el dolor porque es ya lo único real”.
Autor: Eduardo De Frutos
CANCIONES COUNTRY SOBRE PÉRDIDAS Y TRENES.
Continuamos en este rincón del country con nuestro compañero Eduardo de Frutos, con una serie de entradas relacionadas con canciones temáticas de este género. Hoy nos trae canciones relacionadas con pérdidas y trenes.
PÉRDIDAS
The Lost highway (Hank Williams)
Am I losing you (Jim Reeves)
TRENES
Long black train (Josh Turner)